Los hay con rancio sabor a fracaso,
Otros saben amargos como hiel
Y alguno a lecho con sábana en raso.
Hay besos oscuros como el ocaso,
Y tímidos, como el amanecer,
Otros fugaces como aves de paso
Más ninguno quisiéramos perder.
Ni los que de algún pecado han nacido,
Ni los primeros, torpes e inexpertos
Y como si fuesen de oro, en el alma
Cada uno guardamos, que no estén muertos.
Besos de amor y corazón destruido,
De: adiós, se hace tarde, de noche en calma,
De: creí que por siempre te habías ido,
De vergüenza y amores encubiertos,
Besos tiernos, de tu mano en su palma,
Los que te dan con los ojos abiertos,
El íntimo, en un lugar escondido
Los de: sin prisa tómalo con calma.
Besos con hondo aroma de mujer,
Aquellos que esperan y aún no han llegado,
Los profundos que hacen enloquecer,
Los que esperan y jamás serán dados,
Y los que no debieron suceder,
Traición que a los labios ha aflorado,
Besos que con lágrimas has pagado,
Que también se quisieran retener.
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